En el mapa de la competencia global de activos digitales, dos fuerzas aparentemente opuestas y enormes están ocurriendo simultáneamente. Por un lado está Estados Unidos, el líder financiero mundial, cuyas agencias reguladoras están iniciando un plan de reformas llamado “Crypto Sprint” con una determinación y velocidad sin precedentes, con el objetivo de establecer reglas federales claras para un mercado caótico. Por otro lado, está el “gigante dormido” de Oriente, India, donde un conjunto de datos sorprendentes muestra que, a pesar de enfrentar políticas fiscales severas, la acumulación de Bitcoin en manos del pueblo ha aumentado silenciosamente hasta convertirse en la segunda a nivel mundial, solo detrás de Estados Unidos.
Estas dos noticias de gran impacto se extienden como dos líneas paralelas en el mapa de encriptación del mundo, pero ambas apuntan a una cuestión central: en esta carrera por el dominio financiero del futuro, ¿será el modelo de "política de arriba hacia abajo" de Estados Unidos capaz de consolidar su posición hegemónica, o tendrá India la oportunidad de prosperar si el "entusiasmo popular" se libera de las restricciones políticas?